El mundo en una botella argentina
Charles Dickens, Oscar Wilde, Charles Bukowski,
Ernest Hemingway…
son muchos los escritores que, acompañados de unos buenos tragos, han dejado plasmados en letras borrosas ante sus ojos varias de sus mejores obras.


Justamente han sido esas obras las que, en la última Feria del Libro, culminada el 02 de mayo, los colombianos tuvieron la oportunidad de conocer y adquirir por precios realmente sorprendentes.
​
Argentina, país invitado en esta Filbo, es foco de atención en varios aspectos culturales. La literatura, el fútbol y, por supuesto, el vino, son elementos integrales del país gaucho. Nada mejor para recordar esto que la visita de Fito Páez a la Feria del año pasado. “Si se va la luz, aprovechemos y hagamos una orgía maravillosa”.
Y es que no hay nada mejor que disfrutar de un buen libro mientras degustamos algún vino de calidad, asombroso, argentino.
​
Iván Rodríguez, periodista digital, comenta: “Yo creí que eso del vino y la literatura (lo que llamamos vida bohemia) ya estaba pasado de moda. Acá descubrí que no, y lo descubrí por mi propia experiencia, porque solo probando, dándose la oportunidad de conocer y explorar este tipo de cosas es como se aprenden a disfrutar”.

Y no es para menos, pues para tener buen gusto no es necesario tener demasiado dinero. De hecho, con recursos básicos puede darse uno ese tipo de gustos. Otros lo hacen con cigarrillos: se vuelven expertos en la densidad del humo, la fabricación del tabaco y lo hacen parte de su cotidianidad.
​
El caso del vino es diferente. Veamos porqué. El vino, como bien lo sabemos, mejora su calidad en la medida en que transcurre el tiempo y está alojado en condiciones especiales. Este es el afamado proceso de añejo. Bien, con los libros (desde la perspectiva de las ideas) pasa exactamente lo mismo. Los escritores van guardando y organizando sus ideas en borradores, cuadernos, apuntes, mapas mentales, notas de voz, dibujos, fotografías, comentarios.
Y los van acumulando por años, reflexionan en torno a sus ideas, y, cuando ya va siendo hora, los convierten en obras, en novelas, en ensayos, en compilaciones. Las letras, al igual que el vino, son más ricas cuando están añejas.
¿El vino y el deporte?
No cabe duda que las experiencias vividas al interior del stand del invitado internacional de la Feria Internacional del Libro de Bogotá fueron extraordinarias. Placeres que todos podrían considerar finos y que estuvieron al alcance de todos.
​
Claro, no podemos dejar de lado el fútbol, otro de los elementos más destacables de Argentina como invitado de honor. Los recuerdos de hinchas, historiadores, escritores y expertos en fútbol, le dieron un toque especial porque, para llegar al pabellón internacional, lleno de muestras gastronómicas interesantes no podíamos perdernos los mejores goles gauchos.

Conoce los mejores vinos argentinos del mundo
Conoce las bodegas y viñedos argentinos más famosos del mundo

En el pabellón internacional, desde el punto de vista de la comida, argentina vuelve a llevarse una estrella dorada. No nos quedamos solamente hablando de los charrascos, especialidad de las parrillas de la tierra de Borges.
Las empanadas, de un nivel supremo de exquisitez, resultan tan sabrosas que una simple gaseosa azucarada no es el mejor acompañante para ellas.
​
Fue así como con una copa de vino, un libro de Bukouski en la maleta y los recuerdos de las dos copas mundiales ganadas por Argentina, me despedí de esta Feria del Libro, más bella que nunca y conmovedora como siempre.